Era un dia cualquiera. De un año cualquiera . Y de un mes cualquiera. No era 14 de San Valentin . Ni tampoco era Navidad. Pero ahí estaba él. Con ese ramo de rosas rojas y con su guitarra. Ella llorando en su casa por su culpa. Pero Laura no sabía lo que le esperaba. El señorito X estaba nervioso. Iba cantando por las calles esa canción que suena ¨Eres mi rincón favorito de Madrid¨. Que idílico era todo para él. Para ella no. Laura solo deseaba que él desapareciera , que sintiera él todo el daño que la había echo. No iba a dejarlo todo tan fácil. De repente telefonillo. Era él. Con un ramo de rosas. Con esa guitarra. ¡ Princesa mía baja y se mía para siempre!. Lo siento, ya son las 12 de la noche y no he perdido un puto zapato de cristal. Y ahí estaban. Un corazón roto y el otro... Comenzando a ser uno nuevo. Sin heridas. Sin cicatrices. Con una vida por delante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario