martes, 4 de diciembre de 2012

Destino a contrapelo.

No se si te quise o solamente fuiste una ráfaga de viento en verano. Pero lo único de lo que estoy segura es que el sonido de tu guitarra era maravilloso. Más bonito que las luces de Navidad en Madrid. Que un beso bajo la lluvia. Que una declaración de amor. Enamorabas con sola una nota de tu preciosa voz y sabias como robarme los besos. Tú tan Romeo y yo tan poco Julieta. Éramos un recurso literario que no pegaba en ninguna poesía. Pero rompíamos ese silencio de la noche. Ese silencio tan bonito pero inexistente cuando estábamos juntos. Puede que la distancia sea el olvido. Que un clavo saca otro clavo y que las segundas partes nunca fueron buenas. Pero tú eres bueno. Tú eres la excepción que confirma la regla y que sabes como mandar al destino a la mierda.